MOMENTOS DUROS

Pedalear Namibia ha sido un reto que ha puesto a prueba nuestra mentes, nuestro físico y nuestras bicicletas. Muchos de los cicloviajeros que seguimos en redes o que hemos conocido a lo largo del recorrido por Namibia (que no son más de 7) terminan por saltarse gran parte de la ruta por Namibia, debido a la dificultad de pedalear por estas interminables pistas de gravilla que cruzan un terreno seco, árido y con una bajísima densidad de población, lo que conlleva que no hay infraestructura alguna. Una vez superada la parte más dura del país, podemos contaros cómo lo hemos afrontado. 

Uno de los elementos clave es preparar bien el recorrido para tener la información necesaria sobre lugares donde abastecerse de comida y agua, así como lugares donde poder pasar la noche, ya sean cámpings, hostales o lugares seguros para hacer acampada libre. Con esta información preparamos las rutas diarias, de manera que cada día de pedal hay un objetivo muy claro de kilómetros a realizar. Tener claro cuál es el objetivo es de gran ayuda para estar mentalmente preparado para el día. A nivel físico, también te permite dosificar las fuerzas para llegar a la meta diaria.

Por otro lado, siempre procuramos tener un enfoque positivo de la situación y rechazar los mensajes negativos que te pueda enviar tu mente. Es indispensable poder responder a tu mente cuando te pregunta por qué estás haciendo esto y por qué estás en medio de la nada, en ocasiones en condiciones muy duras. En este sentido, saber que cada kilómetro pedaleado nos acerca a la meta solidaria de apoyar a Kings & Queens of Kibera es esencial, ya que da sentido a lo que haces y te da fuerzas para seguir y superar el reto propuesto. 

Finalmente, el elemento que nutre nuestras fuerzas es la recompensa de los pequeños logros. En este sentido, hemos estructurado la aventura KARABAN en tramos de 1.000km. Es decir, celebrar que se ha logrado superar cada tramo renueva las energías para el siguiente y es como si el contador se pusiese de nuevo a cero. Pequeñas metas hacen que poco a poco estés cerca del objetivo final.

 

Al  tratarse de un reto compartido también contamos con el apoyo y los mensajes de ánimo de mucha gente, que te dan fuerzas para seguir pedaleando y creyendo en lo que haces. Y compartir las pedaleadas con los KARABAN bikers que se unen a la caravana ciclista da sentido al concepto del proyecto. Compartir esta gran aventura hacia la meta solidaria es un gran aprendizaje que hace que esté siendo una experiencia inolvidable.