Uno de los aspectos más gratificantes de viajar en bicicleta es el contacto con la gente. Cuando viajas en este medio de transporte, las personas con las que te encuentras ven toda la información sobre ti, ya que lo llevas todo encima. Y lo que ven es a un viajero. Entonces, se crea una conexión y muy a menudo se acercan con el interés de saber de dónde vienes, a dónde vas, si necesitas algo, en definitiva, se crea un vínculo con la gente local y eso es una parte maravillosa del viaje.
Es increíble la cantidad de gente que se acerca para preguntarnos sobre nuestro viaje o que, directamente, se acercan para animarnos a seguir adelante y a elogiarnos. Estos encuentros e intercambios nutren nuestro viaje. ¡Desde ese hombre que comparte con nosotros su viaje de juventud que todavía recuerda con ojos brillantes, pasando por esos que nos regalan bombones y alimentos para darnos fuerzas, hasta aquellos que nos abren las puertas de su casa!
Hoy queremos hablar de esas personas y de su hospitalidad. Hemos llegado a dormir en lugares que nunca hubiésemos imaginado. Os contamos alguna de estas experiencias:
Miércoles 29 de noviembre de 2023 – etapa 48 de Rijeka a Bater (Croacia)
Empieza el frío. Por añadidura, esta noche hay previsión de fuertes lluvias que se alargan hasta mañana por la mañana. Hoy ha sido una etapa de bastante desnivel y, a medida que se iba poniendo el sol, nos dábamos cuenta de que costaría encontrar un lugar donde acampar. Pasábamos por una zona muy inhóspita y abrupta. Además, la intención era encontrar un lugar cubierto para guarecernos.
Finalmente, nos hemos desviado hacia un pequeño núcleo de casas. A los primeros a los que hemos preguntado nos han dicho que no tenían ningún lugar y nos han indicado una casa medio abandonada. No era un lugar que desprendiese demasiada buena energía, así que hemos seguido un poco más. Sólo se veía una casa que tuviese luz. En la ventana, se veía un hombre que miraba hacia fuera, seguramente alertado por los ladridos de su perro. Con señales, le hemos hecho entender que queríamos hablar con él. Ha salido. Como hemos podido, le hemos explicado que había previsión de fuertes lluvias y que estábamos buscando un lugar cubierto en el que dormir con la tienda. Ha indicado su pajar y, con una sonrisa, nos ha abierto la puerta del jardín. Nos ha enseñado un interior donde guardan la paja y las herramientas. ¡Es perfecto!
Ha entrado en la casa a avisar a su mujer y a explicárselo. Ella enseguida ha estado de acuerdo. Sólo le preocupaba una cosa: que no cogiésemos frío. Ah! Y otra: que no se encendiese ningún tipo de fuego dentro, ya que le preocupaba que se llegase a crear un incendio con tanta paja.
Más tarde, nos han traído dos infusiones calientes y una coca. Ellos són Vinko y Seca.
Jueves 16 de noviembre de 2023 – etapa 35 de Cavallino a Marango (Italia)
Siguiendo las indicaciones de un hombre que iba en bicicleta y que estuvo charlando un rato con nosotros, paramos en el Monasterio de Marango y probamos de pedir si podemos pasar ahí la noche. Picamos un par de puertas. Entonces, sale Cristina, una monja joven y enérgica que habla perfectamente inglés. De hecho, se hace difícil saber que se trata de una monja porque no viste el hábito. El único elemento que lleva es un colgante con una cruz de madera. Nos recibe con una gran sonrisa y una mirada limpia y perspicaz. Nos da la bienvenida y nos dice que podemos quedarnos en dos habitaciones que tienen libres. Nos explica que se trata de una comunidad de monjes y monjas que viven conjuntamente en vida monástica.
Les preguntamos cómo podemos contribuir para agradecer su acogida. David les informa de que es fotógrafo y podría hacer alguna foto si les interesase. La cara de Cristina se ilumina. Hemos llegado un día en el que hay un evento importante para ellos: la presentación del calendario 2024, en el que participan 12 artistas. Nos invita al evento y nos propone que David haga fotografías del acto de presentación.
Por la tarde, nos invitan a tomar el té con ellos. La verdad es que se trate de una comunidad dinámica. Hoy hay unas 20 personas y, en realidad, de monjes y monjas sólo son 9. Todo el mundo es bienvenido y se respira un ambiente distendido y alegre. Monjes, monjas y invitados conviven en un mismo espacio y comparten comidas y plegarias.
El responsable de la comunidad monástica es Giorgio, un hombre corpulento y sonriente que fundó la comunidad hace 39 años. La fundó siguiendo la regla monástica de otro monje italiano, Giuseppe Dossetti, con el que convivió un año en Jerusalem. Todas las comunidades que siguen este orden son mixtas, hecho que nos sorprendió mucho.
La cena pasa rápidamente. Hay nervios por el acto de la noche. Los tres hermanos de Giorgio han venido para la ocasión. Uno de ellos se le parece mucho. Es 12 años más joven y también es monje. Los otros dos son muy diferentes y son peluqueros. Cuando remarco el parecido de los dos hermanos monjes, el más joven responde: “la santidad”, y ríe.
Al acto de presentación del calendario asisten unas cuarenta personas. Al final del acto, Cristina toma la palabra y se refiere a nosotros, a la suerte de poder contar con un fotógrafo en el acto y también explica el proyecto KARABAN. Bien felices, volvemos todos juntos en coche hacia el monasterio. Es tarde. Al día siguiente toca desayuno a las 7.15h. Los monjes y monjas, sin embargo, a las 4.40h ya empiezan con la plegaria personal y a las 5.40h la plegaria conjunta en la iglesia.
Por la mañana, desayunamos todos juntos en una misma mesa larga, ya que hoy no hay tantos invitados. Cristina dinamiza la conversación. Quedamos que a las 10h haremos café y despedida.
Durante el café, Cristina traduce para todos la nota que hemos escrito en su libro de visitas. Después, salimos fuera y es el momento de hacer retratos y un pequeño vídeo individual donde tienen que decir una palabra. Una sola, a su elección. Giorgio escoge la palabra “sonreír” y con esta palabra refleja el ambiente que se respira en este monasterio.
Jueves 23 de noviembre de 2023 – etapa 40 de Portoroz a Visnjan (Croacia)
Con la temporada de frío, la mayor parte de los cámpings están cerrados. No obstante, intentamos buscar algún cámping para poder hacer una ducha caliente y disponer de un espacio cubierto. Hace unos días, Elena escribió un correo a un cámping (Natur Kamp Karli) para saber si estaban abiertos. Su respuesta fue que estaban cerrados.
Sin ser consciente de ello, ayer David llamó al mismo cámping y les explicó que viajábamos en bicicleta y que buscábamos un lugar para pasar la noche y que queríamos saber si estaban abiertos. Nos respondieron que estaban cerrados, pero que podíamos pasar la noche en el cámping igualmente y sin ningún coste.
La sorpresa ha sido que era un cámping precioso y con una zona común/cocina donde estar. Eso sí, ¡todo exterior! Para agradecer la acogida hemos comprado una botella de vino que producen ellos mismos. Así acompañamos el frío de la tarde…
Una vez más, hemos aprendido que la proximidad y el contacto cercano nos facilitan el camino.
¡Y todas estas experiencias forman parte del viaje y nos las llevamos con nosotros como la parte más preciada de nuestro equipaje!
¡Muchas gracias, Sali!
El viento en popa es un gran compañero que levanta los ánimos! Y en busca del sol pedaleamos hacia el solsticio de invierno.
Un fuerte abrazo!
Hola ! Me ha gustado leer El articulo y saber de vuestras aventuras. Veo que vais avanzando y haciedo recorrido. Muchos animos !
Miguel!! Muchas gracias por tu comentario!
Nos encontramos ya en Albania y somos una caravana de 6 ciclistas pedaleando y sumando kilómetros!
Muchas gracias por tus ánimos y por tu apoyo al proyecto desde el kilómetro 0! 😉
CARAVANA CICLISTA SOLIDARIA
El objetivo de KARABAN es pedalear en forma de caravana de bicicletas desde Andorra hasta Kenia
Una caravana solidaria de 12.000km por una buena causa.
¡Buen camino y que el viento sople siempre a vuestra espalda y el sol luzca siempre en vuestra frente, Eleniña!!
Sali