UN ESPACIO DE ENCUENTRO INESPERADO

¡Después de recorrer más de 2.000 kilómetros, hemos llegado a Venecia! A lo largo de nuestro viaje, hemos descubierto un espacio de encuentro inesperado: las salidas de los grandes supermercados. Ha sido un espacio de encuentro y reunión desde Andorra hasta Italia. Recordamos algunas de las personas que hemos conocido en estos espacios a lo largo de nuestro viaje:

 

Cerca de Carrù, Italia – Miércoles 25/10

Cuando Elena sale del supermercado, ve a un hombre mayor que mira a David con una mirada muy especial. ¡Le mira como si de repente se le hubiese abierto un  mundo! Con los ojos bien abiertos y brillantes. Cuando se detiene a charlar con nosotros, entendemos el porqué de su mirada. Nos habla de cuando tenía 30 años e hizo la vuelta al mundo. Estuvo viajando de julio a junio, casi un año. Es bonito ver con que precisión recuerda su experiencia, que todavía ilumina sus ojos.

 

Cerca de Crescentino, Italia – Domingo 29/10

Al salir de hacer la compra, nos sentamos en el suelo y picamos un poco de pan con jamón y queso. Hay una señora que acaba de aparcar en el párking del supermercado. Sale de su coche y se acerca a nosotros. Lleva las manos llenas de bombones, esos con envoltorios de colores brillantes, de esos que son ruidosos cuando los abres. Se acerca a nosotros con una sonrisa luminosa, ofreciéndonos los bombones y deseándonos buen viaje. Cuando ve que estamos contentos con su regalo, corre hacia el coche y vuelve a venir con las manos todavía más llenas de bombones.

 

Cerca de Pavia, Italia – Viernes 03/11

A la salida de un supermercado, se nos acerca una mujer mayor. Sonriente, nos pregunta sobre nuestro viaje. Nos felicita por la aventura y luego nos dice: “Tengo envidia de la gente que es libre. Si volviese a nacer y alguien me dijese que nacía para ser esposa, madre y abuela, le cortaría las orejas”.



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